Deje atrás por fin esa manta que llevaba encima, que me hacia pensar que no podia, me distraía con los detalles sin dejarme ver las cosas claras, haciendome sentir pereza, cansacio y bloqueo mental a la hora de actuar. Pero la verdad y dura realidad, es que esa manta era yo misma, la que se autoconsolaba de sus errores y no se invitaba a probar, a conocer , a quitarse el miedo de la piel y vestirsela con valor, yo misma, la que ahora coje esa manta y la lanza al viento para que este se la lleve, muy lejos y no la volveré a ver, nunca más , se acabo la condena de la pena por no sentirme completa, voy a desgastar en el mundo